Un accidente de tráfico puede generar no solo daños materiales, sino también lesiones físicas y psicológicas que pueden requerir compensación. En España, el proceso para reclamar daños y perjuicios por accidente de tráfico está regulado y requiere conocer los plazos y pasos específicos para presentar una reclamación.
¿Qué son los daños y perjuicios en un accidente de tráfico?
Los daños y perjuicios en un accidente de tráfico incluyen cualquier pérdida económica, física o psicológica sufrida como resultado del accidente. Esto puede dividirse en dos categorías:
- Daños materiales: incluyen los daños al vehículo y cualquier otro bien físico afectado en el accidente, como móviles, ropa u otros objetos personales.
- Daños personales: se refieren a las lesiones físicas y psicológicas sufridas por las personas involucradas en el accidente. Este tipo de daño puede incluir gastos médicos, secuelas, pérdida de ingresos debido a la incapacidad temporal o permanente y daños morales.
Plazo para reclamar por daños y perjuicios en un accidente de tráfico
En España, el plazo para reclamar daños y perjuicios por un accidente de tráfico es de un año desde el día en que se estabilizan las lesiones de la víctima o desde que se reparan los daños materiales. Esta estabilización se entiende como el momento en que las lesiones han sanado o alcanzado un estado de curación máximo, aunque la persona pueda quedar con secuelas.
Es importante entender que el plazo de un año no empieza el día del accidente, sino cuando la situación de la víctima se estabiliza, de acuerdo con lo establecido por la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) y la normativa de seguros.
Pasos para reclamar daños y perjuicios por un accidente de tráfico
1. Recopilar pruebas y documentación
El primer paso en cualquier reclamación es recopilar toda la documentación y pruebas relacionadas con el accidente. Esta información puede incluir:
- Informe policial o atestado: si la policía intervino en el accidente, es importante solicitar una copia del informe, ya que documenta los detalles del accidente y las responsabilidades.
- Parte amistoso: si el accidente fue menor y los conductores están de acuerdo en los hechos, pueden rellenar un parte amistoso de accidentes. Esto puede facilitar el proceso de reclamación.
- Informe médico: es fundamental contar con informes médicos detallados de las lesiones sufridas, así como un informe de evolución de las mismas.
- Pruebas fotográficas: fotos de los daños del vehículo, de las lesiones y del lugar del accidente pueden ser útiles.
- Presupuestos y facturas: es recomendable guardar cualquier presupuesto o factura relacionada con la reparación del vehículo y gastos médicos, así como cualquier otro gasto relacionado con el accidente (transporte, pérdida de ingresos, etc.).
2. Comunicación con la compañía aseguradora
Una vez que se dispone de la documentación, el siguiente paso es notificar el accidente a la compañía de seguros. Según la Ley 50/1980 de Contrato de Seguro, se debe informar a la aseguradora dentro de los siete días siguientes al accidente, salvo que en el contrato se establezca otro plazo.
La aseguradora, tras recibir la reclamación, tiene la obligación de ofrecer una oferta motivada de indemnización en un plazo de tres meses. Esta oferta debe incluir una valoración de los daños y perjuicios sufridos. En caso de que la compañía de seguros no responda en este plazo o que la oferta no sea adecuada, la víctima tiene derecho a interponer una demanda judicial.
3. Evaluación médica para determinar las secuelas
Para reclamar daños personales, la aseguradora solicitará que la víctima se someta a una evaluación médica para determinar el alcance de las lesiones y las posibles secuelas. Esta evaluación es realizada por un profesional médico independiente y, a partir de ella, se puede calcular el importe de la indemnización conforme al Baremo de Tráfico.
El Baremo de Tráfico establece una serie de criterios para valorar económicamente las lesiones y secuelas derivadas de un accidente de tráfico en función de la gravedad y duración de las mismas, entre otros factores. Este sistema establece una tabla de valores para lesiones temporales y permanentes, pérdida de ingresos, gastos médicos y otros perjuicios.
4. Negociación con la compañía aseguradora
Una vez que la compañía aseguradora presenta la oferta motivada de indemnización, el siguiente paso es revisar si el importe ofrecido es adecuado a los daños y perjuicios sufridos. Es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especialista en accidentes de tráfico para evaluar la oferta, ya que es posible negociar una indemnización más justa.
5. Interponer una reclamación judicial
Si no se llega a un acuerdo con la aseguradora o si la oferta es insatisfactoria, se puede presentar una reclamación judicial. Para ello, es fundamental que el plazo de un año desde la estabilización de las lesiones no haya expirado. La demanda debe ir acompañada de toda la documentación recabada durante el proceso y un informe pericial médico que valore las secuelas y daños sufridos.
La reclamación judicial puede ser por la vía civil o penal:
- Vía civil: Se utiliza para reclamar daños y perjuicios de forma directa. Esta vía es rápida y eficaz en la mayoría de los casos.
- Vía penal: Solo se utiliza cuando el accidente implica una conducta delictiva (como conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, o con exceso de velocidad).
¿Qué gastos pueden reclamarse?
En un accidente de tráfico, pueden reclamarse distintos tipos de gastos y perjuicios derivados del incidente:
- Daños materiales: reparación o sustitución del vehículo, daños a bienes personales, etc.
- Gastos médicos: incluye consultas, tratamientos, fisioterapia, rehabilitación, y cualquier coste médico no cubierto por la sanidad pública o el seguro.
- Gastos de desplazamiento: cualquier desplazamiento realizado para tratamiento médico, seguimiento de la recuperación o gestión del caso.
- Lucro cesante: pérdida de ingresos durante el período de baja laboral.
- Daño moral: perjuicios psicológicos derivados del accidente o del cambio en la calidad de vida de la víctima.
¿Es necesario contar con un abogado?
Aunque no es obligatorio, contar con un abogado especialista en accidentes de tráfico puede ser una gran ayuda para maximizar la indemnización y asegurar que el proceso se lleve a cabo de manera correcta y justa. Un abogado puede asesorar sobre el proceso, negociar con la aseguradora y, en caso de ser necesario, interponer una demanda judicial en los plazos establecidos.
¿Qué ocurre si el accidente fue culpa de la propia víctima?
En el caso de que el accidente haya sido responsabilidad de la víctima, la posibilidad de reclamar daños y perjuicios disminuye considerablemente. Sin embargo, si el accidente implica otros vehículos, se puede intentar una reclamación en función de las circunstancias específicas del siniestro y la posible responsabilidad compartida. En estos casos, el asesoramiento de un abogado es clave para explorar las posibilidades legales.
Reclamar daños y perjuicios por un accidente de tráfico en España requiere una correcta gestión de plazos y documentación. Es importante conocer los pasos a seguir y los plazos que marca la ley para evitar que el derecho a la indemnización prescriba. Contar con el respaldo de un abogado especialista puede facilitar el proceso y asegurar que la víctima reciba la compensación adecuada por los daños sufridos.