Existen infinitas razones por las que jugar al aire libre, en vez de estar en un habitáculo cerrado, es mucho mejor para la salud, así que toma nota.
¿Por qué jugar al aire libre es beneficioso para nuestra salud?
Mejora de las habilidades motoras y el equilibrio. La naturaleza es un paraíso para los niños, ya que pueden experimentar, descubrir y explorar y es que los niños aprenden por lo pronto a dominar los retos a través del juego.
Debes dejar que los niños fortalezcan las habilidades motoras y construyan su equilibrio. Las superficies irregulares en la naturaleza ayudan a fortalecer esto.
Importante para la formación de los huesos. Usando el cuerpo en la naturaleza el niño consigue una carga desigual en el esqueleto, algo que ayuda a fortalecer la masa ósea en los niños. Por lo tanto, es importante ser físicamente activo como un niño y hasta la pubertad, esto es cuando se genera la mayor parte de la masa ósea.
La naturaleza en cualquier clima. Estar al aire libre es también estar fuera sin importar el clima y es algo que tenemos que realizar desde la infancia.
Estar afuera sin importar el tiempo es importante debido a que no solo ayuda a la salud mental, sino también en términos de principios de aprendizaje del uso del transporte activo, como caminar y montar en bicicleta y es que jugar en plena naturaleza ofrece muchos beneficios sociales.
Menos peleas. Cuando los niños se distribuyen en áreas más grandes los conflictos son más reducidos. También habrá menos peleas porque no discuten sobre los juguetes, utilizan la naturaleza y eso es suficiente para todos.
Ser más creativo. Los niños aprenden a usar sus cuerpos, consiguen el equilibrio, ya que ambas superficies son blandas y duras y es que los niños son más creativos al jugar fuera, ya que tienen que utilizar su creatividad para utilizar la naturaleza a la hora de jugar.
Capacidad para gestionar el riesgo. Jugar fuera reduce la capacidad de los niños para evaluar el riesgo y es que los juegos al aire libre son más propensos a ocasionar condiciones peligrosas, por lo que los niños pueden observar y detectar cuales acciones son peligrosas y cuáles no.
La inactividad puede ocasionar enfermedades crónicas. La evidencia indica que la actividad física de los niños ha cambiado en la forma, el contenido y la intensidad, en los últimos diez años. Las actividades en casa son menos exigentes lo cual podría llegar a ocasionarles un problema a los niños.
Las habilidades motoras de los niños están poco desarrolladas y los niños son más propensos a sufrir de enfermedades crónicas como resultado de la falta de actividad física. Los padres son importantes para que los niños sean felices en la naturaleza y es que al estar fuera con los adultos, especialmente con los padres, es algo de gran importancia que los niños valoran.