A pesar de que muchas personas pueden llegar a confundirlos, lo cierto es que existen diferencias que permiten distinguirlos. Aún así, ambos tipos de expertos son una excelente opción para aliviar el dolor y mejorar tu salud. Este centro quiropráctico en Barcelona es un ejemplo de ello.
¿Cuáles son las diferencias que existen entre masajistas y quiroprácticos?
Por un lado, los masajes suelen usarse con el fin de relajar la musculatura y las contracturas, al igual que para aumentar el riego sanguíneo hacia los músculos.
Por el otro, los ajustes quiroprácticos suponen una técnica totalmente complementaria no solo para aquellas personas a las que les agrada recibir masajes, sino también para quienes presentan condiciones más específicas.
Por lo que si bien es posible encontrar diversas escuelas de masaje, tipos y métodos, provenientes de distintos lugares a nivel global, lo cierto es que ningún masaje logra ser igual que los cuidados proporcionados por un profesional quiropráctico.
Y es que la quiropráctica consiste en una profesión sanitaria, mientras que el masaje se trata de un curso de poca duración. Sin embargo, en diversas situaciones, los masajes proporcionan grandes beneficios, por lo que es preciso evaluar el caso de cada persona para establecer que le conviene más.
Aunque son prácticamente iguales, la verdad es que no consisten en lo mismo, ya que ambos destacan por contar con algunas técnicas específicas y por ofrecer ciertos beneficios.
Aunque en ambos casos, al ser aplicados de forma adecuada por profesionales, son capaces de proporcionar un estado de bienestar general de acuerdo a las necesidades de cada persona.
De esta forma, mientras los masajes ayudan a optimizar la circulación sanguínea y también el flujo de la linfa, promoviendo un incremento en la capacidad de la sangre, no solo para transportar oxígeno, sino también para eliminar impurezas y sustancias tóxicas.
Los ajustes quiroprácticos representan una variedad de manipulaciones y técnicas de presión que se aplican con propósitos terapéuticos.
Esa es la razón por la cual la quiropráctica supone una técnica especialmente dirigida a esas personas que sufren de dolores musculares o que tengan su origen en los tendones.
Al ejercer un determinado nivel de presión en puntos específicos, permite conseguir ciertos efectos sedantes alrededor del sistema nervioso, al mismo tiempo que fomenta la liberación de sustancias analgésicas tanto propias como endógenas.
Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación explicaremos en qué consiste cada uno y también señalaremos cuáles son sus diferencias principales.
Quiroprácticos
- Los quiroprácticos son profesionales que se encargan tanto de diagnosticar como de corregir aquellos problemas que puedan dañar no solo el sistema nervioso de los pacientes, sino también su sistema músculo-esquelético. Cabe mencionar que pese a que la quiropráctica no es considerada como una profesión sanitaria en varios países, si la aceptan como tal.
- En cualquier caso, el tratamiento quiropráctico suele ser especialmente aconsejado para aquellas personas que presentan dolores de espalda, siendo esa la razón por la cual muchas de las personas que padecen problemas de columna, suelen acudir a estos especialistas.
- No obstante, hay que aclarar que en esos casos donde se requiere de un tratamiento profundo y a largo plazo, como podría ser tal vez la escoliosis, lo más idóneo son las fisioterapeutas.
- Sin embargo, los quiroprácticos pueden ayudar a combatir las contracturas dorsales, lumbago, dolores cervicales o de hombro, tratar la tendinitis, reducir las dolencias musculares y combatir los problemas de circulación, entre otros problemas.
- Por lo que resulta sumamente indicado para personas con lumbalgia o ciática, contracturas, tortícolis, esguinces, el síndrome de túnel carpiano o la tendinitis, etc.
- De igual manera, este procedimiento sirve para disminuir y controlar la celulitis, además de ser una gran alternativa para tratar aerofagias, esguinces, torácico a través de técnicas especializadas que permiten optimizar la condición física de los pacientes y solucionar aquellos problemas que presenten.
- Finalmente, aunque pueda parecerse, lo cierto es que no es lo mismo que los movimientos manuales que se llevan a cabo en los músculos o la piel, llamados manipulaciones y/o masajes.
Masajistas
- En el caso de los masajistas, hablamos de profesionales que se encargan de llevar a cabo la aplicación de técnicas para la relajación muscular.
- Cabe mencionar que la terapia de masajes no exige ningún tipo de formación universitaria, ya que es posible obtener el certificado y adquirir el título de “masajista” realizando un par de seminarios.
- De igual manera, es conveniente señalar que los masajistas suelen enfocarse en mayor medida en el ámbito estético.
- Pero en cualquier caso, al momento de recibir un masaje, sin importar su tipo, resulta esencial que el mismo sea realizado por profesionales correctamente cualificados, ya que de esta forma es posible impedir el desarrollo de lesiones más severas a causa de falta de experiencia o, como consecuencia de tratar lesiones físicas.
- Asimismo, hay que mencionar que la actividad de los masajistas aparte de centrarse en la estética, también se enfoca especialmente tanto en la relajación como en el placer, ya que se encuentra cuidadosamente destinada a reducir la presión sanguínea, eliminar el estrés muscular y deshacerse de las toxinas.
- Cabe aclarar que los masajistas no pueden ofrecer servicios terapéuticos y no cuentan con la formación necesaria para poder tratar a los pacientes aplicando las técnicas de masaje y/o las tecnologías precisas para conseguir una recuperación rápida y eficaz.
- Y es que pese a que varios masajistas suelen tener nociones médicas, lo cierto es que su principal labor consiste en ofrecer momentos de relajación.